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Los presupuestos contra el emprendedor

El pasado 15 de octubre se reunió el Consejo de Ministros y aprobó el Plan Presupuestario para 2019.

En este borrador presupuestario se plantea un incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de más del 22% pasando de las actuales 14 pagas de 735 a 14 pagas de 900 euros. Este polémico planteamiento tiene una serie de efectos contraproducentes en el mercado laboral que van en contra del objetivo social planteado y sobre todo con la consolidación de un marco tributario favorable para los emprendedores y las pymes que son las principales damnificadas.

Un SMI contra emprendedores, pymes y trabajadores

Imaginemos que un emprendedor se plantea contratar a un trabajador, lo normal es que antes de su contratación haga una proyección de cashflow para los próximos años ( o en su caso le solicite a su asesor que le realice dicha proyección) con el objetivo de analizar la viabilidad de dicha contratación. Una vez el emprendedor ya tiene en su poder dicha proyección y el análisis de viabilidad, llega a la conclusión de que, por ahora, a duras penas puede permitirse pagar el SMI.

De la noche a la mañana se produce un cambio normativo que desvía su salida de caja en un 22% y establece que lo que antes le costaba (entre el “impuesto revolucionario” de la seguridad social y los salarios) 13.300 euros al año ahora le cuesta 16.300 euros, es decir, un “impuesto revolucionario al emprendedor” de 3.000 euros al año por trabajador. Esto supone que el emprendedor se tiene que debatir entre cobrar 250 euros menos todos los meses o despedir/no contratar al trabajador, por lo tanto, a la pregunta de ¿Estos presupuestos son sociales? La respuesta es negativa pues desincentivan la contratación y ponen en riesgo los planes estratégicos de los emprendedores.

De esta manera es como el joven emprendedor despide a un trabajador y como el trabajador pasa de trabajar por 735 euros al mes a no trabajar y ganar 0.

En España, según los datos publicados por el Ministerio de trabajo, migraciones y seguridad social, hay algo más de 2 millones de trabajadores autónomos que se van a ver afectados por esta medida, y es que por un lado, al emprendedor le tiran por tierra su plan de negocio y por el otro al empleado le arrebatan su empleo y retrasan su entrada en el mercado laboral. Es por esto que esta medida no solamente va a destruir empleo, sino que:

  • Va a incrementar las barreras que impiden el crecimiento de las empresas menos productivas por su tamaño, que son los emprendedores y las pequeñas empresas.
  • Va a destruir empleo de los sectores más vulnerables (jóvenes entre 16 y 25 años y mano de obra poco cualificada) y en consecuencia va a transformar el mercado laboral en un mercado poco experimentado, transformando este daño de hoy en un daño estructural a largo plazo para las empresas.

El banco de España ya hizo un estudio en el año 2017 del impacto que esta medida podría tener a nivel económico

El Banco de España analizó el impacto de una posible subida del SMI a 950 euros y sus conclusiones fueron las siguientes:

  • La medida afectaría al 12 % de los trabajadores.
  • 1,6 millones de asalariados perderían su empleo.
  • El segmento más afectado sería el de los jóvenes entre 16 y 25 años ya que el 33% de los mismo tiene un sueldo inferior a 950 euros, estimando que el 17% del segmento perdería su empleo.

Por ende, como hemos comentado anteriormente estas consecuencias van a incidir directamente en las empresas que por su tamaño son menos productivas (emprendedores y pequeñas empresas) las cuales no pueden permitirse contratar productividad debido a su elevado precio y se tienen que ver obligados a contratar a bajo coste, siendo el propio crecimiento económico de la empresa y su incremento de la productividad el que financie la subida salarial del trabajador.

Aquí no acaba la cosa, la subida del SMI trae asociada una subida de la cuota de autónomos y el “impuesto revolucionario al emprendedor” suma y sigue.

La subida del SMI repercute directamente en una subida de la base mínima de cotización de los autónomos lo que se traduce en un aumento paralelo al SMI de la cuota de autónomos. El Gobierno ha prometido que excluirá este incremento de la base mínima de los trabajadores autónomos, pero parece ser que no va a ser gratis.

La Seguridad Social plantea tres posibles escenarios de subida, no tan vertical como la del SMI pero al fin y al cabo otra subida. En cualquiera de los tres escenarios el autónomo pagará más que en el año 2018 y el rango en el que se está moviendo esta subida oscila entre 13 y 90 euros. Por lo que amigos autónomos preparaos para una subida de la cuota para el próximo año de entre 13 a 90 euros al mes.

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