Si tienes una empresa, sabrás que es obligatorio llevar un registro contable y generar una serie de documentos oficiales que posteriormente hay que presentar a Hacienda y al Registro mercantil que reflejen la imagen fiel del estado de tu negocio, y que es a final de año cuando tenemos que cerrar el ejercicio contable.
El Plan General Contable (PGC) establece que, las empresas deben empezar a hacer el cierre contable al finalizar el año, pero todos sabemos que los ejercicios no se suelen cerrar a final de año sino más bien cuando ya se ha entrado en el año natural siguiente. Es en estos meses, entre diciembre y febrero, cuando es un momento clave para cerrar el ejercicio contable.
¿Qué es el cierre contable?
El cierre del ejercicio contable es el cierre de las cuentas de la empresa y permite conocer el estado financiero de la misma para los socios así como para trasladar dicha información a los Organismos oficiales que la requieran de oficio o por obligado cumplimiento de una presentación periódica.
No solo llevar la contabilidad al día de una empresa es de suma importancia, también llevarla correctamente, llevarla al día nos permitirá ahorrar tiempo a la hora de cerrar el ejercicio, cumplir nuestras obligaciones fiscales, llevar un control exhaustivo del cashflow o un análisis recurrente de la rentabilidad-coste de la misma pero llevarla incorrectamente puede reflejar estados financieros incorrectos que nos lleven a tomar decisiones erróneas o enviar información sobre el estado financiero de la misma a organismo oficiales como Hacienda o el Registro mercantil.
Por este motivo es muy importante llevarla bien, al día y entenderla pues de lo contrario supondrá un quebradero de cabeza, por este motivo lo más recomendable es contar con el servicios de expertos en contabilidad que no solo la lleven o la supervisen sino que la analicen y nos den un resumen traducido del estado financiero de nuestro negocio, de manera que nos sirva como cuadro de mando para llevar a cabo las decisiones estratégicas acertadas.
Las empresas tienen 6 meses para aprobar las cuentas anuales
El cierre contable varía en función de la empresa. En términos generales, el año contable de la empresa coincide con el año natural, se abre el 1 de enero y se cierra el 31 de diciembre. Una vez realizado el cierre contable de la empresa, las empresas tienen 6 meses para aprobar las cuentas anuales y una vez aprobadas se tienen que depositar en el Registro mercantil.
Para poder cerrar el ejercicio es necesario que la contabilidad esté cuadrada, es decir que lo que se refleja en los libros contable coincida con el balance de sumas y saldos de las cuentas y que además todas la cuentas tengan saldo cero y para ello habrá que llevar a cabo una serie de ajustes contables.
Inventario de existencias
Una de las claves del cierre contable del ejercicio es inventariar las existencias no consumidas y en este punto, lo más recomendable es llevar un control a lo largo del año para que a final del ejercicio sea mucho más sencillo su cuantificación. Este punto del proceso de cierre es de suma importancia pues el resultado contable del ejercicio depende en gran medida de esta métrica (sobretodo si nuestra actividad económica es el comercio de bienes) ya que fiscalmente podríamos estar declarando menos beneficio del que legamente hay que declarar o viceversa, ocasionando un perjuicio económico para Hacienda nada recomendable ya que puede convertirse en un problema para la empresa a futuro.
Por otro lado, para poder cerrar los libros contables hay que hacer otros ajustes como el control de las deudas y de los créditos pendientes de cobro que hay que trasladar al ejercicio siguiente, los ajuste por periodificación de ingresos y gastos, la regularización de las cuentas de ingresos y gastos que nos van a reflejar el resultado del ejercicio contable y el cálculo de la amortización contable de los elementos de inmovilizado.
Una vez hecho el asiento de cierre del ejercicio quiere decir que a partir de ese momento se dejan de registrar oficialmente operaciones en el ejercicio por lo que supone el fin de ese ejercicio y como consecuencia la apertura del siguiente, aunque normalmente se abre un ejercicio sin haber cerrado el anterior.
¿Qué es el cierre fiscal?
El cierre fiscal tiene similitudes con el cierre contable pero son dos cosas bastante diferenciadas ya que normativamente tienen consecuencias distintas, es decir, el resultado fiscal depende del resultado contable pero no coincide con el mismo y el pago de impuestos va a depender directamente del fiscal y no del contable. Groso modo, se entiende por cierre fiscal, cierre contable + una serie de ajustes, contables y extracontables.
Para la realización del cierre fiscal, se debe tener en cuenta aspectos como el pago de impuestos, deducciones fiscales de diversa índole, amortización fiscal de activos, imputación temporal y gastos fiscalmente no deducibles.